Si te hace caso, has ganado a tu hermano

LA CORRECCIÓN FRATERNA Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.Por eso nos invita a la corrección fraterna.No a cualquier corrección , sino a la fraterna, a aquella que no desea descargar sobre el otro el peso de la furia o las ganas de venganza, sino que el hermano cambie de conducta y viva. ¿Cómo debemos corregir? El primer momento será a solas, no es cuestión de gritar a los cuatro vientos la falta del pecador y sus miserias, sino de ir con espíritu afable, benevolente e instarlo con amor y comprensión a que se corrija.Mostrarle con convicción, que el que corrige es un pecador que tal vez mañana deba ser corregido. Dice el Evangelio que » si no te hace caso, llama a otro o a otros ¿Para qué esto? Para no equivocarse. Es necesario que quiénes visiten al pecador oren previamente y pidan la presencia del Señor, hacerlo en comunión siempre es más efectivo. «Cuando dos o más se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo» nos dijo Jesús. Si el pecador no acepta la corrección se cumple la tercera instancia , con caridad, se lleva la situación a la comunidad. Si cambia de conducta y se convierte, en una confesión serán desatados sus pecados en la tierra y en el cielo ¿Y SI NO PASA NADA? La exclusión de la que habla el Evangelio, no es el comienzo sino el fin , después de haber agotado todas las instacias de ayuda y apoyo espiritual.Asi mismo no habrá que dejarlo indiferentemente de lado, sino que quedará siempre abierta la posibilidad de su retorno a casa, a la comunidad, a Dios. Este evangelio nos muestra el «ambiente» de perdón , de misericordia en el que imperan la decisión de buscar al que se pierde, de corregir al que se desvía. Orar para conseguirlo es la voluntad de Dios , traída a nosotros a través de su Hijo Jesucristro, Nuestro Señor. ¡FELIZ DOMINGO CON JESÚS Y EN COMUNIDAD!!!!

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